1. Hacer un balance y fijarse metas. Hazte una lista de los aspectos en que quieres cambiar y de las medidas que puedes tomar para efectuar esos cambios. El hecho de poner por escrito tus metas y planes te ayudará a concretar tus ideas y reafirmar tu compromiso.
2. Incorporar los cambios al horario o calendario. Sin un plan definido, las buenas intenciones suelen quedar olvidadas en medio del trajín de todas las demás obligaciones que tenemos.
3. Apoyarse en Jesús y no exclusivamente en la fuerza de voluntad, el intelecto o las habilidades naturales. La Biblia dice: «Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre» (Salmo 118:8), y: «Felices los que en Dios encuentran ayuda. Irán sus fuerzas en aumento» (Salmo 84:5,7 (DHH)).
4. Buscar orientación y estímulo en la Palabra de Dios. Dios promete: «Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar» (Salmo 32:8). Un sitio web para hacer búsquedas en la Biblia, una concordancia o un manual de estudio, como por ejemplo Una vida más feliz, Fundamentos o La Biblia en cápsulas, facilitan mucho la tarea de averiguar lo que dice la Biblia sobre temas concretos relacionados con los cambios que aspiras a realizar.
5. Unirse a un grupo de apoyo o formar uno. El estar con gente de ideas afines a las tuyas proporciona un refuerzo positivo y apoyo moral, dos catalizadores de los cambios. «Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo» (Eclesiastés 4:9). «Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo» (Proverbios 27:17).
6. Solicitar oración. La oración en grupo logra extraordinarios resultados (V. Santiago 5:16; Mateo 18:19).
7. Agradecerle a Dios Su ayuda. Cuanto más agradecido te muestres, más querrá Dios hacer por ti. «Entrad por Sus puertas dando gracias, por Sus atrios con alabanza» (Salmo 100:4).
8. Ante los tropiezos, pedirle a Dios perseverancia. «Siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse» (Proverbios 24:16). «Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque el Señor sostiene su mano» (Salmo 37:24).
9. Seguir creyendo que, con la ayuda de Dios, se puede cambiar. Invoca versículos que aumenten tu fe, como: «Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por Su buena voluntad» (Filipenses 2:13), y: «Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas» (2 Corintios 5:17).
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2 Corintios 5:17 – Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
Efesios 2:10 – Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Isaías 40:31 – Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
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