El lugar de trabajo es cada vez más un terreno hostil en el que priman las rivalidades. Las más de las veces la integridad y el esfuerzo salen perdiendo ante maniobras por obtener lucro instantáneo y escalar puestos en la jerarquía. Sin embargo, no tiene por qué ser así. La idea de que la Biblia contiene consejos prácticos para el ambiente laboral moderno no es tan extraña como podría parecer. Antaño, ya José (V. Génesis, capítulos 39 y 41) y Daniel (V. Daniel 1:19,20.) demostraron que la integridad y la diligencia pueden allanarnos el camino del éxito y llevarnos a destacar.
Adopta una buena ética de trabajo. Esfuérzate al máximo. En lugar de hacer lo mínimo, esmérate por cumplir bien tus obligaciones. «El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará» (2 Corintios 9:6). «El alma de los diligentes será prosperada» (Proverbios 13:4).
Demuestra iniciativa. «Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento» (Proverbios 6:6–8).
Actúa con honradez. Infringir las normas según tu conveniencia es contraproducente. «La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos» (Proverbios 11:3).
No pienses demasiado en los aspectos negativos. Ningún trabajo es perfecto. «Si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad» (Filipenses 4:8).
En cuanto a los compañeros de trabajo difíciles, la Biblia nos exhorta: «Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efesios 4:32).
¿Que hay de los conflictos? «El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla» (Proverbios 29:11, N-C).
¿Estás inquieto y aburrido? Dios renovará tu espíritu. «Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron Sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es Tu fidelidad» (Lamentaciones 3:22,23).
¿Estresado y agotado? «Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar» (Mateo 11:28). «Los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán» (Isaías 40:31).
Ten paciencia. Dios bendice a quienes hacen las cosas a Su manera, pero no siempre los remunera enseguida ni con dinero contante y sonante. Aunque algunos personajes bíblicos —como José y Daniel— llegaron a ocupar altos cargos, ninguno lo logró de la noche a la mañana (V. Génesis, capítulos 37,39–41; Daniel, capítulos 1 y 2). «La bendición del Señor es la que enriquece» (Proverbios 10:22). «Tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna» (Santiago 1:4).
—
2 Pedro 3:18 – Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.
2 Timoteo 2:15 – Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.
Santiago 2:14 – Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?
0 comentarios:
Publicar un comentario