lunes, 8 de agosto de 2016

Hacerse tiempo para orar



Pregunta: Soy consciente de que la oración es importante y deseo valerme de ella para comunicarme con Dios; pero nunca encuentro tiempo para orar. ¿Cómo puedo hacerlo teniendo en cuenta lo apretada que está mi agenda?
Respuesta: Todo tipo de comunicación toma tiempo,y comunicarse con Dios también. Sin embargo, es erróneo considerar que podríamos emplear mejor en otra actividad el tiempo que dedicamos a la oración. Por muy ocupados que estemos, si nos detenemos a orar logramos mucho más que si no lo hacemos. Es una inversión. Una vez que empieces a cosechar los resultados, te preguntarás cómo te las arreglabas sin orar. Veamos a continuación unos cuantos consejos para adquirir la costumbre:
Hay que hacer un esfuerzo. Como cuando se quiere cultivar cualquier hábito, hace falta determinación. Sin embargo, a la larga te acordarás de ello cada vez más seguido.
Da prioridad a los momentos de oración. Siempre tenemos tiempo para lo que consideramos más importante.
Cuando planifiques tu día, resérvate espacios para orar. Si lo dejas para cuando termines todo lo demás, ese momento nunca llegará. Ve probando hasta dar con la hora del día que te va mejor. Si un día te saltas tus ratos habituales de oración, no te des por vencido. Inténtalo de nuevo al día siguiente.
Fíjate un objetivo que puedas cumplir. Lo que cuenta no es la extensión de la oración, sino tu fervor y sinceridad, y la fe que tengas en que Dios te responderá.
Aprovecha los momentos libres o ratos muertos. Ora cuando paras para tomarte un café, mientras cocinas, te duchas o paseas al perro, cuando estás en un atasco de tránsito, mientras esperas a alguien, mientras duermes al bebé… mejor dicho, en cualquier momento.
Reza antes de emprender una tarea. «Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas» (Proverbios 3:6). En muchos casos con un par de frases basta.
Ora a la primera señal de dificultades. Pídele a Dios claridad mental, serenidad, fuerzas, inspiración o soluciones, lo que sea que necesites en ese momento. Te lo concederá (Mateo 7:7).
Mateo 6:33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Mateo 6:6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
Juan 15:1-5 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.

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