Comentario Mundo Hispano
Salmos 44:1-26
SALMO 44 : SUPLICA COMUNITARIA PARA LIBERACION NACIONAL
Aunque este Salmo empieza con una nota optimista, presenta un cuadro desconsolador después de una desastre nacional, probablemente una derrota militar. No conocemos cuándo fue escrito; algunos propusieron el tiempo macabeo, otros el de Ezequías o Josías. Podemos pensar que se originó durante la monarquía y que fue usado después en ocasión de otras derrotas.
Otro semejante es el Salmo 85; también los Salmos 60, 80 y 74 hablan de desastres o derrotas nacionales. Lo que destaca en este Salmo es su confesión de inocencia. Normalmente cuando había una derrota militar consideraban que era el resultado de desobediencia a Dios y apostasía. Pero aquí el salmista se confronta con la misma pregunta que se ve en Job: ¿por qué sufren los justos?
El pueblo, y el salmista, no encuentran la razón de la derrota en pecado o infidelidad del pueblo, no encuentran respuesta a su dilema. Dicen que es por ser fiel a Jehová que están sufriendo (v. 22). Por cierto, Pablo lo cita en este mismo sentido en Rom_8:36.
Puesto que los salmos nos enseñan a orar, este Salmo nos ofrece una enseñanza especial. Nos enseña que, cuando nos encontramos en tales sufrimientos, y no entendemos por qué Dios no cambia la situación, debemos recordar sus obras en el pasado (vv. 1-3), debemos seguir confiando en él (vv. 4-8), podemos clamar a Dios (vv. 9-16), podemos ser francos con él (vv. 17-22), y sobre todo hemos de comprender que el recurso que el Salmo enseña es la oración arraigada en una fe más profunda que la razón.
1. Un pasado glorioso, vv. 1-3
Nos han contado. Los hijos reciben el fortalecimiento de su fe por lo que los padres les cuentan de las obras de Dios. La Biblia pone mucho énfasis en esta responsabilidad de los padres. Este hecho explica la firme fe en Dios, que vemos en este Salmo, a pesar de un desastre nacional.
Las obras específicas a que se refiere son la conquista y el establecimiento en la Tierra Prometida (v. 2). Ahora el pueblo reconoce que era la obra de Dios (cf. Jos_24:12).
2. Confianza en Jehová, vv. 4-8
En este Salmo el lenguaje alterna entre la primera persona singular, “yo”, y el plural, “nosotros”. Algunos lo ven sólo como una variación literaria; otros creen que representa diferentes voceros. Puede ser el rey en el v. 4, y otra vez todo el pueblo en el v. 5. En los cultos pudo haber un uso antifonal.
El v. 4 combina una confesión de fe y una petición por la liberación. El v. 5 reafirma la confesión de fe. Los verbos “embestir” y “pisotear” son imágenes de animales como el toro y el búfalo (cf. 1Ki_22:11 : Deu_33:17). Aunque en heb. los verbos son imperfectos, muchos traducen con el presente; es lo que debe suceder y lo que suele acontecer. Los vv. 6, 7 enfatizan que no es el esfuerzo humano sino el poder de Dios que puede dar liberación. A través de los Salmos se repite la verdad de Zec_4:6 : No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos.
El v. 8 concluye esta primera parte del Salmo con alabanza. El primer verbo (“gloriarse”) es imperfecto (“nos hemos gloriado”) y el otro es participio con fuerza del presente (“alabar”). Es una acción con raíces en el pasado pero es una acción continua.
3. Una situación angustiosa, vv. 9-16
Sin embargo señala un marcado contraste con las estrofas anteriores. La queja aquí (vv. 9-16) es semejante a las quejas en las súplicas individuales. El pueblo no entiende por qué Dios no les defiende; da la impresión que Dios está fallando.
El v. 10 indica dos fases o etapas de la derrota: retroceder y nos han saqueado. Dos etapas más se ven en el v. 11. El salmista tiene en mente el compromiso de Dios con el pueblo en el pacto; por eso no entiende por qué Dios “vende” al pueblo a sus enemigos sin que eso sea de beneficio para el reino de Dios (v. 12). Esto se ve más en los vv. 13 y 14, pues, por causa de esta situación, los enemigos se burlan de los siervos de Dios.
4. Declaración de inocencia, vv. 17-22
Esta sección hace hincapié en la inocencia del pueblo. Uno podría decir que están equivocados y que se sienten orgullosos por autojustificarse. Pero en el v. 21 reconocen que Dios sabe si tienen razón y puede corregirles, pues Dios conoce los secretos del corazón (cf. Job 11:6; 28:11). Más bien, hemos de pensar que el salmista está enfrentando la problemática del sufrimiento de los justos.
La estrofa también presenta una confesión negativa semejante a Job 31. Es una manera de presentar los principios éticos; el v. 17 indica que el olvido (de la fidelidad de Dios) es malo, en el v. 18 el “volver atrás” y el “apartarse del camino” merecerían castigo. El v. 19 muestra los resultados normales de la apastasía, y el v. 20 condena la idolatría.
El sufrimiento no es siempre castigo, como indica el v. 22. Los cristianos pueden ser heridos por estar en la batalla contra la maldad. Aquí el salmista señala una persecución por ser fiel a Dios (cf. Rom_8:36).
5. Petición de socorro, vv. 23-26
Despierta es un clamor que pide la acción inmediata de Dios, como si Dios estuviera durmiendo (cf. Mat_8:25). Los israelitas sabían que Dios nunca duerme, pero claman pidiendo que actúe ahora. El v. 24 usa la figura de “esconder el rostro” del pueblo.
Los vv. 25 y 26 dan dos motivos para la acción de Dios. El primero es su terrible situación angustiosa. El otro es la misericordia de Dios. Misericordia (jesed H2617) es un vocablo del pacto. Dios está ligado con su pueblo y promete mostrarle misericordia y fidelidad. El salmista, junto con su pueblo, sabe que su único recurso es la oración con fe. A pesar de hablar tan francamente con Dios, el Salmo no presenta una actitud de duda y rebelión, sino una actitud de fe. Nos enseña cómo orar cuando no entendemos por qué…
Ovejas para el matadero (Mat_44:22)
La fuente de ayuda Mat_44:1-26
1. La ayuda viene de Dios: vv. 1-3.
2. La victoria es dada por Dios: vv. 4-8.
3. La restitución es de Dios: vv. 9-16.
4. La fidelidad es de Dios: vv. 17-22.
5. La súplica es de su pueblo rescatado: vv. 23-26.
PALABRA
Levántate para ayudarnos
Sal 44:1 Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,
La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Sal 44:2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos;
Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.
Sal 44:3 Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,
Ni su brazo los libró;
Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,
Porque te complaciste en ellos.
Sal 44:4 Tú, oh Dios, eres mi rey;
Manda salvación a Jacob.
Sal 44:5 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos;
En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.
Sal 44:6 Porque no confiaré en mi arco,
Ni mi espada me salvará;
Sal 44:7 Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,
Y has avergonzado a los que nos aborrecían.
Sal 44:8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu nombre. Selah
Sal 44:9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;
Y no sales con nuestros ejércitos.
Sal 44:10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo,
Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.
Sal 44:11 Nos entregas como ovejas al matadero,
Y nos has esparcido entre las naciones.
Sal 44:12 Has vendido a tu pueblo de balde;
No exigiste ningún precio.
Sal 44:13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos,
Por escarnio y por burla de los que nos rodean.
Sal 44:14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones;
Todos al vernos menean la cabeza.
Sal 44:15 Cada día mi vergüenza está delante de mí,
Y la confusión de mi rostro me cubre,
Sal 44:16 Por la voz del que me vitupera y deshonra,
Por razón del enemigo y del vengativo.
Sal 44:17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti,
Y no hemos faltado a tu pacto.
Sal 44:18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,
Sal 44:19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales,
Y nos cubrieses con sombra de muerte.
Sal 44:20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,
O alzado nuestras manos a dios ajeno,
Sal 44:21 ¿No demandaría Dios esto?
Porque él conoce los secretos del corazón.
Sal 44:22 Pero por causa de ti nos matan cada día;
Somos contados como ovejas para el matadero.
Sal 44:23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor?
Despierta, no te alejes para siempre.
Sal 44:24 ¿Por qué escondes tu rostro,
Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?
Sal 44:25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo,
Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.
Sal 44:26 Levántate para ayudarnos,
Y redímenos por causa de tu misericordia.