martes, 31 de octubre de 2017

MI BEETHOVEN INOLVIDABLE

Cuando mi padre me hizo escuchar por primera vez la sexta sinfonía de Beethoven —la primera de muchas veces— sin duda su intención era contagiarme su entusiasmo por la música clásica.
Si bien yo era una niña pequeña en aquella época, guardo un vivo recuerdo de esa pieza. La música empezaba quedamente, como describiendo una escena bucólica, mientras yo jugaba feliz a los pies de mi padre. Aparecía luego una pequeña nube que me producía cierta inquietud y me hacía arrimarme más a él. Al rato retumbaba un trueno, brillaba un relámpago. La música seguía in crescendo hasta que la tormenta cobraba tal fuerza y tal magnitud que daba miedo, y yo me lanzaba en los brazos de mi padre.
Él me decía cositas reconfortantes en voz baja:
—No te preocupes, hija. La tormenta amainará. ¿No ves? Ya se está calmando. La música está cambiando.
Cada tanto la volvíamos a escuchar. Con el tiempo era yo la que le pedía que la pusiera. Sonreíamos y nos reíamos juntos cuando la melodía recobraba su tono apacible luego del clímax; cuando volvían la calma y el sosiego después de la tormenta.
Muchos años han pasado desde entonces, la niñita creció y la sexta de Beethoven quedó en el olvido, desplazada por muchas otras bandas sonoras.
A la larga, sin embargo, llegarían las verdaderas tormentas. Durante un periodo particularmente angustioso alguien me dio un CD con aquella sinfonía, y reviví todas esas sensaciones. Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando caí en cuenta de que mi padre, en todo momento estaba al tanto lo que me depararía la vida: días apacibles alternados por otros tempestuosos que nuevamente derivarían en periodos de tranquilidad.
Los brazos de mi Padre Celestial siempre han estado presentes para reconfortarme y sosegarme, aun cuando no contaba con la compañía de mi padre terrenal. Me han ayudado a resistir y no perder esperanzas cuando a mi alrededor reinaban el caos y la agitación, porque a la postre toda tormenta amaina, la calma se restablece y con frecuencia todo resulta más hermoso y radiante que antes.
Hasta el día de hoy, cada vez que oigo esa pieza musical, derramo algunas lágrimas. Francamente no me puedo contener. Es el tema musical de mi vida.
Romanos 6:23 (NVI) Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Efesios 2:8-9 (NVI) Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.
Mateo 16:25 (NVI) Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.

El higo es un fruto que se menciona en la Biblia

El higo es un fruto que se menciona en la Biblia y que seguimos consumiendo habitualmente, ya sea en forma de higo fresco, blando y jugoso, o como higo seco, dulce y correoso. La higuera es un árbol bastante común en los paisajes bíblicos. Simbolizaba seguridad y prosperidad.
Hubo una ocasión en que Jesús, al partir de la pequeña aldea de Betania, vio una higuera. Como tenía hambre, buscó frutos entre las hojas. No hallando ninguno, maldijo la higuera: «¡Nunca jamás nazca de ti fruto!» Enseguida el árbol se secó.
Diríase que fue un castigo muy duro para aquel árbol, y contrasta con la parábola acerca de una higuera a la que se le dio un total de cuatro años para demostrar su fecundidad. Desconocemos los motivos por los que Jesús emitió un juicio tan repentino e irrevocable, del mismo modo que Sus contemporáneos no sabían por qué habían muerto dieciocho hombres al caer sobre ellos una torre, en una catástrofe aparentemente sin sentido.
Cuesta hacer frente a las situaciones penosas que se nos presentan en la vida. Cuando se nos muere un ser querido, o nuestra salud se deteriora, o perdemos nuestro puesto de trabajo, o sufrimos un desengaño, nos esforzamos por comprender el porqué. No falta quien nos regala un libro que enumera todos los motivos por los que uno se enferma, o detalla los once pasos para la sanación interior. Sin embargo, no parece que Dios pretenda que siempre descubramos el propósito de nuestras adversidades. No siempre nos revela lo que piensa; a veces nos pide que confiemos en Él de todo corazón, y no en nuestra propia inteligencia.
Dios no siempre nos da explicaciones. Lo que sí nos promete en todos los casos es Su presencia. «No temas, porque Yo estoy contigo», nos dice. «El Señor mismo irá delante de ti, y estará contigo; no te abandonará ni te desamparará; por lo tanto, no tengas miedo ni te acobardes».
Antes y ahora
Quise bendiciones;
hoy quiero a Jesús.
Antes, sensaciones;
hoy, nomás Su luz.
Dones no deseo;
solo al Dador.
Ya no busco cura;
prefiero al Doctor.
Antes me afanaba;
ahora en Él confío.
Antes creía a medias;
hoy con todo brío.
Antes a Él me asía;
Él me agarra hoy.
Iba a la deriva;
ahora anclado estoy.
A. B. Simpson (1843–1919)
Mateo 21:18-20 (NVI)
Muy de mañana, cuando volvía a la ciudad, tuvo hambre. Al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no encontró nada más que hojas. —¡Nunca más vuelvas a dar fruto! —le dijo. Y al instante se secó la higuera. Los discípulos se asombraron al ver esto. —¿Cómo es que se secó la higuera tan pronto? —preguntaron ellos.
Lucas 13:6-9 (NVI) Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada. Así que le dijo al viñador: “Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?” “Señor —le contestó el viñador—, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela.” »
Proverbios 3:5 (NVI) Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.

domingo, 29 de octubre de 2017

Versículos de la Biblia y las escrituras acerca de la Vida Eterna



Versículos de la Biblia y las escrituras acerca de la Vida Eterna - Lea las escrituras bíblicas relacionadas con la vida eterna por medio de la salvación de Jesucristo. Encuentre las respuestas bíblicas a las preguntas más comunes sobre el cielo y la eternidad, como "la manera de obtener la vida eterna", "se puede ganar la vida eterna" y más.

1 Yo dije: Guardaré mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca como con mordaza, mientras el impío esté en mi presencia. 2 Enmudecí y callé; guardé silencio aun acerca de lo bueno, y se agravó mi dolor.
3 Ardía mi corazón dentro de mí; mientras meditaba, se encendió el fuego; entonces dije con mi lengua: 4 SEÑOR, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy. 5 He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. (Selah) 6 Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá. 7 Y ahora, Señor, ¿qué espero? En ti está mi esperanza.Salmos 39:1-7.

30 El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio. 31 Si el justo es recompensado en la tierra, ¡cuánto más el impío y el pecador!Proverbios 11:30-34

13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.Mateo 7:13-14

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.Juan 3:16

8 Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.Efesios 2:8-10

5 'Así el vencedor será revestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. 6 'El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.'" 7 Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: "El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto: 8 'Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre. 9 'He aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que yo te he amado.Apocalipsis 3:5-9

14 Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré hasta que llegue mi relevo. 15 Tú llamarás, y yo te responderé; añorarás la obra de tus manos. 16 Porque ahora cuentas mis pasos, no observas mi pecado.Job 14:14-16

13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. 14 Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye.1 Juan 5:13-14

1 En el año veinticinco de nuestro destierro, al principio del año, a los diez días del mes, catorce años después de haber sido tomada la ciudad, en aquel mismo día vino sobre mí la mano del SEÑOR, y me llevó allá. 2 En visiones de Dios, El me llevó a la tierra de Israel y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual, hacia el sur, había una construcción parecida a una ciudad. 3 Me llevó allá; y he aquí, había allí un hombre cuyo aspecto era semejante al bronce, con un cordel de lino y una caña de medir en la mano, y estaba de pie en la puerta. 4 Y el hombre me dijo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todo lo que te voy a mostrar; porque para mostrártelo has sido traído aquí. Declara todo lo que ves a la casa de Israel. 5 Y he aquí, por el exterior del templo había un muro, todo alrededor, y en la mano del hombre había una caña de medir de seis codos (cada codo de un codo y un palmo menor). Midió el espesor del muro, y tenía una caña; y la altura, una caña.Ezequiel 40:1-5

5 No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el SEÑOR tu Dios las expulsa de delante de ti, para confirmar el pacto que el SEÑOR juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 6 Comprende, pues, que no es por tu justicia que el SEÑOR tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo de dura cerviz. 7 Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al SEÑOR tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes contra el SEÑOR.Deuteronomio 9:5-7

martes, 24 de octubre de 2017

martes, 17 de octubre de 2017

sábado, 7 de octubre de 2017

Devocional Diário

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